Atractivo de verdad. |
No sé en qué momento empecé con este dilema. ¿Será posible
encontrar a un hombre que reúna todos “mis requisitos”? ¿Alguien que en la
primera cita, no se emborrache, te mire a los ojos, te bese sutilmente y no te pida
a gritos llevarte a la cama?
Qué esperamos nosotras las mujeres de ellos y
viceversa. En principio no creo que podamos generalizar, así que hablaré en
primera persona. El hombre con quien salga tiene que ser atractivo, que no es
lo mismo que ser “guapo”, nada de estereotipos. Tiene que ser muy inteligente
en lo que hace, no creo en los “súper talentos”; es importante que haya
encontrado “su elemento” y trabaje planificadamente en busca de sus ideales.
Me gustaría que pueda ser verdadero, en lo que dice
y lo que hace. Eso desde ya, descalifica a un gran porcentaje de hombres. ¿Por
qué nos cuesta tanto decir la verdad? ¿Por qué no decir que apeteces compartir
con los amigos, que quieres ir a ver a tu ex, que necesitas meterte un trago,
que quieres conocer a otras mujeres o por último que no pides “exclusividad”?
La vida sería más sencilla, un poco de respeto por
los intereses del otro y su agenda personal. Alguien que no se preocupe en
decir si te ama o no, o que ama a otra persona. Alguien lo suficientemente
valiente para hacer y decir lo que le dé la gana, con tranquilidad y respeto,
sin tanto miedo, ni prejuicio.
Alguien que se preocupe y actúe desde su elemento, por
el bienestar del resto, que no viva abstraído de la realidad del mundo. Que no
vea tv basura y que no sea un “personaje” común y corriente, a pesar de su “naturaleza”,
cuando quiera sexo.
Que te haga el amor con calma y con plena
intensión de hacerte feliz, sin preguntarte quién te lo hizo primero o quién lo
hace mejor. Que te dé tu espacio y se dé el suyo, que le guste aprender, leer, comunicarse abiertamente, que pueda expresar sus sentimientos sin temor a ser
calificado de marica.
No es tan sencillo. Esto parece ser una petición
imposible. Pero no quiero pecar de optimista ni de todo lo contrario. Quizás no
aparezca nunca, quizás no exista. Quizás sea yo la que no atraiga ese tipo de
hombres. Pero qué más da.
No quiero nada a medias, sé que no existe el “hombre ideal”, sé que tendrá millones de
problemas como yo. Pero buscar que sea atractivo, ame lo que hace, exprese con sinceridad
lo que piensa y siente, y respete tu espacio. ¿Es exigir mucho? No. Prefiero
estar libre y sola en viaje constante, sin predecir ni meditar en emociones
ajenas. Prefiero ser yo con el mundo y por el mundo, que mentiras estúpidas e
innecesarias.
Me gustaría sí, pero no me muero si no estás.
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