No hay nada que se le parezca
Ni la muerte de mil amantes
Ni los sueños rotos a media noche
Ni las escaleras sin fin del día a día
Ni cuando venden tus viseras entre ironías
Ni cuando caen heridas bandadas enteras
Ni cuando rompe un árbol sus raíces
No hay nada que se le parezca
Ni cuando el cielo destella su pena
Ni cuando el mar se arriba entre las montañas
Ni cuando los picaflores se quedan sin alas
No hay nada mi niña que expliqué
Como estoy cuando tú me faltas.
Cuando me faltas en tu presencia
Cuando me faltas en tu prosa vana
Cuando me faltas en tu silencio
Cuando te encierras de mí, tú me faltas.
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