Quisiera alejarme de ti
De tu boca de agua
De tu piel blanca
Y oscuro deseo
Pero es poco probable
No sé siquiera si así lo quiero
El torrente deseo
Viene a mí
Y me secuestra
Dejándome sin aliento
Poco creo en fantasías
He dejado hace mucho al principito,
A Juan Salvador gaviota
Y mis cuentos de niña.
Me uno ahora a la sed de
Saramago, a la frialdad de Miranda,
A la celeridad de Mistral y a la rebelión
De Portal.
Pero vuelvo, desnuda
A veces sin entendimiento
De mí, de mi sed,
De mis cuentos,
Y me condeno
Sin juicio previo,
A vivir sin ti,
“amor” sereno.

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