
Me hallo aún en la letanía de tus brazos
El verano ardiente no se asemeja
a la temperatura que aquella noche provocamos.
Apropiación, luego de cinco días, cuatro noches, 96 horas.
Cediendo a tu maniático intento de sostenerme,
a tus leyenda mágico real y a tus meditados juegos eróticos.
Contemplación, levitación y manipulación
tu voz me condena mediáticamente a vivir en su melodía.
no me excuso, ni me atormento, ni me libero y ni respiro luego de nuestro incandescente deseo.
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