
7:30 de mañana, la neblina y la brisa me acompañan tibiamente en mi rutina. Un grupo de cincuenta personas, cuatro de ellos varones, el resto mujeres como yo, cuyas edades oscilan entre los 16 y 75 años; nos disponemos a movernos al son de una música electro, según las indicaciones de un hombre de negro, alto, fornido y con lentes.
Primera clase de tae-bo; re-energizante, la sensación de estar liberando tus energías, stress, tensiones, deseos u otros; era realmente placentero, en estos casos el sudor, las risas y miradas entre quienes estábamos allí, sopesaba el esfuerzo.
Los gritos alentadores no tardaron en llegar “vamos mamacitas”, “que buen trasero” y por último el que nos arranco carcajadas “vayan a cocinar”; a ello respondió una señora de 45 años promedio “ese tipo, no sabe que ya tenemos lista la comida”.
Conversando con algunas de ellas, mujeres amas de casa, empresarias, trabajadoras, pude percibir su alto grado de autoestima y emprendimiento, mujeres eficientes y sin temor de mostrarse frente al malecón, al aire libre, con poca o cómoda ropa, para hacer lo que hoy se ha convertido en una necesidad.
Esta iniciativa fomentada por la Municipalidad de San Miguel, desde hace más de un año, ha regularizado emociones, contribuido a mejorar la salud, nos ha dado energías para lidiar el día de buen ánimo y por supuesto nos ha puesto en forma.
Si algún hombre tiene algún problema con ello, con su cocina o con su cuerpo, puede asistir los lunes, miércoles y viernes a las 7:30 am, al Malecón Bertoloto, frente al parque media luna, en San Miguel.
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